La mercadería ilegal fue descubierta a través del escáner por la Aduana Argentina.
El personal estable de la DGA destinado en ese punto operativo detectó a través del uso de escáners 100 teléfonos celulares ocultos en la cabina del chofer.
Luego de las imágenes sospechosas se procedió a realizar una inspección física del interior del vehículo observándose un pequeño hueco por debajo del asiento del conductor. Allí se detectó la presencia de un centenar de cajas conteniendo la mercadería que fuera objeto del procedimiento realizado.
El valor de lo secuestrado se estimó con un valor de mercado superior al millón de pesos.
El conductor, de nacionalidad chilena, quedó detenido a disposición del juagado de turno
