El derecho a las vacaciones pagas se sancionó en la Argentina en 1945 a través del Decreto 1740.
Tras años de reclamos de numerosos sectores sindicales, el entonces Secretario de Trabajo y Previsión, Juan Domingo Perón, recoge las necesidades de los sectores más postergados y da luz verde al decreto firmado por la presidencia de la Nación.
Desde esa misma secretaría, se plasman en decretos y leyes reclamos de los distintos sectores de trabajadores que hasta ese entonces hubiesen sido imposible de imaginar: el Estatuto de peón de campo, mejoras salariales, aguinaldos, seguridad social, jubilaciones, libertad de sindicalización y reconocimiento a las asociaciones sindicales, límites a las jornadas laborales, indemnizaciones por despidos, feriados no laborales e incluso remunerados. Entre ellas tambíen, las vacaciones pagas.
